La metadona produce contracción de pupilas,
depresión respiratoria, bradicardia, relajación muscular, liberación de la
hormona antidiurética, estreñimiento, aumento de la temperatura corporal y de
la concentración de glucosa en la sangre. También se han confirmado
modificaciones similares a las generadas durante el sueño en pruebas de
encefalograma.
Utilizada durante largos periodos puede provocar aumento de peso y entumecimiento. Sus efectos persisten después del uso repetido; de hecho la contracción de las pupilas y la depresión respiratoria se aprecian por más de 24 horas después de una dosis única. No se han detectado alteraciones genéticas debidas al uso de metadona, pero al igual que en el caso de la heroína y la morfina, los hijos de mujeres que la consumen frecuentemente durante el embarazo suelen nacer con bajo peso y presentan manifestaciones abstinenciales. Tiene la característica distintiva, de que por su acción más prolongada, puede ser utilizada en el tratamiento del síndrome de abstinencia por opiodes.
Utilizada durante largos periodos puede provocar aumento de peso y entumecimiento. Sus efectos persisten después del uso repetido; de hecho la contracción de las pupilas y la depresión respiratoria se aprecian por más de 24 horas después de una dosis única. No se han detectado alteraciones genéticas debidas al uso de metadona, pero al igual que en el caso de la heroína y la morfina, los hijos de mujeres que la consumen frecuentemente durante el embarazo suelen nacer con bajo peso y presentan manifestaciones abstinenciales. Tiene la característica distintiva, de que por su acción más prolongada, puede ser utilizada en el tratamiento del síndrome de abstinencia por opiodes.
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